El Dr. David Alias es cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital HLA Universitario Moncloa y parte de la Unidad de Cirugía Robótica. A lo largo de su trayectoria se ha especializado en el abordaje quirúrgico de patologías oncológicas y se ha convertido en un referente en su campo en el uso de técnicas quirúrgicas robóticas con excelentes resultados.
Doctor ¿qué abarca la especialidad de Cirugía General y Digestiva?
“Nuestra especialidad es de las más amplias que hay en el campo de la medicina. Se incluyen todas las patologías del tubo digestivo que se tratan con cirugía que implican al esófago, estómago, duodeno, intestino delgado, colon o recto, además de las vísceras macizas que hay dentro del abdomen como el hígado, el bazo y el páncreas. También operamos la glándula tiroides y la patología de mama, aunque cada vez, este último procedimiento, lo abarca más la especialidad de Ginecología.
Es muy habitual que los cirujanos generales nos sub especialicemos en alguno de estos campos debido a la amplitud de la especialidad y, de este modo, los resultados que obtenemos en nuestros pacientes son mejores.
Formamos la Unidad de Cirugía Robótica en el Hospital HLA Moncloa y estamos centrados sobre todo en patología oncológica para el tratamiento quirúrgico del cáncer digestivo. Mediante el abordaje robótico, abarcamos fundamentalmente el cáncer de colon, recto, esófago, estómago y los tumores localizados en hígado y páncreas.
¿Cómo ha sido la evolución de su especialidad hasta llegar a la cirugía robótica?
“Con el transcurso de los años, se ha pasado de cirugías muy agresivas con incisiones muy grandes y traumáticas para los pacientes, a incisiones más pequeñas y menos invasivas, pasando por la técnica laparoscópica que precede a la robótica y que aún está vigente. La cirugía robótica es el último escalón, el culmen de la cirugía mínimamente invasiva para el tratamiento de los pacientes.
Nosotros nos formamos en cirugía robótica en el año 2014, consiguiendo la acreditación como hospital y como cirujanos con diversos cursos especializados. A partir de 2015 empezamos a trabajar con el Da Vinci, inicialmente con un equipo de una generación previa, más pesado y con menos posibilidades, para pasar al Da Vinci XI de HLA Moncloa, que es más avanzado y con múltiples ventajas para los cirujanos en el abordaje de las diferentes patologías.
Hay que tener en cuenta que la cirugía robótica, también denominada ‘cirugía esclava’, depende totalmente de las indicaciones que determine el cirujano. El robot por sí solo no mueve ninguna pinza ni realiza acciones que no le ordene el cirujano, es una prolongación de nuestras manos en el campo operatorio».
¿Todos los casos pueden operarse con Da Vinci?
“No todos los casos son candidatos a cirugía robótica. Hay algunos pacientes que, por diversas circunstancias como intervenciones previas o por riesgo anestésico, por ejemplo, no pueden someterse a esta técnica ni a cirugía por vía laparoscópica, siendo la única alternativa la cirugía tradicional por vía abierta.
Una de las indicaciones donde ha demostrado más ventajas la cirugía robótica en nuestro campo es el cáncer colorrectal, y fundamentalmente el de recto. Se trata de un tumor que crece dentro de la pelvis, y que, en los varones, es aún mucho más complejo de tratar al ser este espacio mucho más estrecho que en las mujeres. Nos encontramos en una región anatómica con muchísimas terminaciones nerviosas con el riesgo de lesionarlas y causar diversas secuelas y disfunciones de todo tipo (urinario, sexual, etc.). Todos estos factores exigen una máxima precisión durante la intervención, y esto hace que sea una de las principales indicaciones para el robot Da Vinci”.
¿Cuáles son los principales beneficios para cirujanos y pacientes?
“Los cirujanos tenemos la posibilidad de trabajar sentados durante toda la intervención, que en ocasiones se prolonga más allá de cuatro o cinco horas.
Además de reducir el cansancio físico, el uso la de tecnología robótica elimina cualquier temblor que pueda producirse, ofrece visión del campo quirúrgico en 3D y multitud de grados de movimiento en la manipulación del instrumental, siendo una extensión de las manos del cirujano para llegar a sitios que de otro modo serían inaccesibles.
En cuanto al paciente, se reduce la estancia hospitalaria, el dolor postoperatorio, la pérdida de sangre durante la intervención, así como el índice de complicaciones. Por todo ello, su recuperación y reincorporación a su vida habitual es mucho más rápida”
¿El Da Vinci supone una herramienta más eficiente contra el cáncer?
“En las enfermedades oncológicas influyen muchos factores y por eso participamos equipos multidisciplinares para un abordaje conjunto e integral con especialistas en oncología médica, oncología radioterápica, etc., con el único objetivo de curar a nuestros pacientes.
La cirugía robótica permite ofrecer un tratamiento quirúrgico óptimo, consiguiendo un mayor grado de limpieza de la zona afectada por la enfermedad, y, en este sentido, la experiencia nos muestra unos mejores resultados oncológicos a largo plazo al operar con esta técnica”.